Contrato Promesa de Disciplina Escolar en EE.UU.
Cabe la posibilidad de que en casos como el visto en la escuela de Broward Fl, las familias víctimas de esas masacres, daños y perjuicios en la vida y honra de sus hijos afectados, puedan demandar esas instituciones y el sistema educativo.
Al ver y analizar la valiente conducta de nuestro héroe Anthony Borges, en los lamentables hechos sucedidos en la escuela de Broward en la Florida, la firma Grupo Devoument Abogados – Global, U.S.A, se ha dado a la tarea de supervisar más de cerca el concepto legal del denominado “contrato promesa” que las instituciones educativas firman con las autoridades locales de policía, llegando a un conclusión primaria, y es que cabe la posibilidad de que casos como el visto en la escuela de Broward, permitan a familias víctimas de masacres, daños y perjuicios en la vida y honra de sus hijos afectados, puedan demandar esas instituciones, no solo para la eliminación de esos acuerdos, sino para buscar también una reparación económica del daño sufrido.
Las recientes investigaciones de los medios de comunicación, han llevado a descubrir la existencia de un acuerdo -sui generis- que deja desconcertado a cualquier abogado y a cualquier padre de familia, por lo que al evidenciar hallazgos “legales” de esa magnitud sin duda alguna se deben esperar consecuencias o acciones colaterales de quienes respaldan esta clase de acuerdos, contra quienes querrán que se haga justicia, para el caso concreto del tema, las familias de víctimas de masacres estudiantiles y por supuesto los sobrevivientes y héroes.
Estamos en presencia de un acuerdo o documento estructurado en un programa que se llama PROMESA o PROMISE en inglés, y según se desprende de su contenido, dictamina como las escuelas manejarán los “crímenes” menores que ocurran en sus instalaciones.
Advirtiéndose que legalmente, esa clase de programas no tienen la fuerza suficiente ni la seriedad legal que se requiere para contener el crimen dentro de una escuela y prueba de ello es que no existen registros siquiera mínimos de arrestos o detenciones de individuos dentro de las instituciones por la comisión de delitos adentro de las escuelas, incluyendo el crimen de amenazas de muerte, por lo que se deduce que es un programa muy débil y vulnerable.
Es tan evidente la improcedencia de estos programas promesa, que solo después de que sucede una tragedia o crimen adentro de una escuela, es que los padres de niños sanos mentalmente se enteran que sus hijos estaban estudiando y mezclados con menores o adolecentes con antecedentes criminales o desórdenes mentales serios y peligrosos, que según los argumentos del acuerdo promesa, los están tratando de integrar a la comunidad, a costa de la integridad de alumnos sanos mentalmente y sin record criminal, lo que definitivamente hace que esos programas promesa sean una amenaza para la vida e integridad de los alumnos sin desordenes mental o tendencia criminal o registro de delitos.
Según el programa “acuerdo promesa”, los delitos o crímenes que son manejados por fuera del sistema criminal común de los EE.UU, y directamente por parte de las escuelas son: Acoso, robo, vandalismo, conducta desordenada, violación de la propiedad, comportamiento criminal, apuestas, posesión de drogas y amenazas entre otros.
El acuerdo incluye que el crimen de amenazas lo controlará la escuela, lo que indica sin duda alguna que NO hay accion preventiva real del crimen por parte de las instituciones educativas, porque está comprobado que la mayoría de asesinos en masa, siempre y de manera constante anuncian que van a matar en las escuelas, tal y como sucedió en la escuela Broward.
Es muy novedoso ver que estos acuerdos de colaboración sobre disciplina escolar se firman por instancias gubernamentales, judiciales y de policía, firmas que incluyen el aval y aprobación de los jueces, fiscales y defensores públicos, los inspectores y los departamentos de justicia juvenil, que en materia legal podría considerase como un salto a la ley para exonerarse de actividad policiva, a sabiendas que es el Estado el ejecutor de las leyes, el único operador de justicia y el director excluisivo de la fuerza pública.
Es notorio entender que si los padres supieran,y si no se les ocultara, que existen esta clase de acuerdos en la escuela a donde van a ir sus hijos a pasar la mayor parte del tiempo, sin duda alguna esos padres NO los hubieren ingresado a esa institución y preferiblemente los dejan en la casa con tutores educativos.
Es posible que la responsabilidad de los daños que se cometen en las escuelas a los niños o adolescentes que no tienen problemas mentales o registro criminal sea de las propias autoridades locales de policía y judiciales, ya que se evidencia que esos acuerdos son improcedentes y peligrosos para la vida y la integridad de las personas, especialmente si se aplican en programas escolares masificados, donde miles de niños acuden a estudiar inocentes del riesgo que corren al NO SABER que por ejemplo el crimen de amenaza NO lo controlan las autoridades ordinarias sino la DEFICIENTE actividad de seguridad interna de una escuela.
No es equivocado bautizar a la lista de funcionarios que firman el acuerdo promesa, como una lista perversa, puesto que es ponerse de acuerdo para que niños sanos mentalmente y sin record criminal cohabiten, estudien y convivan con niños o adolescentes enfermos mentales peligrosos y con antecedentes criminales.
Conforme a lo anterior, es muy posible que surjan los denominados “conflictos de interés”, por que quienes firma el acuerdo promesa, podrán estar vinculados a los procesos o investigaciones que surtan contra los asesinos, es por ello, que será lo correcto que los funcionarios involucrados con sus firmas en esos acuerdo promesa, se retiren del trámite o procesos de investigación del crimen y sus autores materiales.
Las víctimas de las masacres estudiantiles no solo son los muertos, sino también los heridos y por supuesto los héroes, al margen de entrar a reconocer que los padres de muchos de los niños heridos en masacres deben dejar de trabajar por dedicarse a atender la salud de sus hijos víctimas de menores con desorden mental peligroso.
La misión de las familias de los niños sobrevivientes y víctimas de masacres es lograr que ellos superen sus daños físicos y psicológicos además de entrar a luchar legalmente contra los denominados “acuerdos promesa de colaboración de disciplina escolar” acuerdos que pueden estar generalizados por todos los estados unidos de norte américa, sin que los padres de niños sanos mentalmente sepan de ello.
Finalmente es de destacar que estos “programas promesa” recomiendan que se aplique el menor castigo posible cuando los estudiantes cometan crímenes dentro de la escuelas, estableciendo además que en un año escolar los estudiantes pueden tener hasta 4 incidentes criminales previos internos para que sea referido y comunicado el delito a las autoridades de policía o judiciales externas estatales.
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